El sistema visual de los niños cuenta, al nacer, con todas las estructuras necesarias para llevar a cabo la visión. Sin embargo, no es hasta los 8-10 años que éste no acaba de desarrollarse por completo. Es por ello que, durante este periodo, sea posible diagnosticar y revertir patologías que, en un futuro, puedan volverse irreversibles.
A continuación, expondremos una serie de problemas y patologías que aparecen comúnmente entre los niños durante el completo desarrollo de su sistema visual.
Ojo vago (ambliopía)
El ojo vago o ambliopía es una mala visión por una alteración en el desarrollo visual. Es una de las causas más comunes de pérdida de visión entre los niños. Es importante diagnosticarlo cuanto antes, por lo que habrá que tener en cuenta factores como los antecedentes de ojo vago entre familiares. Si se diagnostica de forma tardía (a partir de los 10 años) es posible que niño sufra de una agudeza visual disminuida en el ojo afectado do forma permanente.
Es importante saber que, aunque el niño no se queje de ver mal y aparentemente no tenga ningún problema visual, puede existir un ojo vago que requiera tratamiento: en los casos de ojo vago por diferencia de graduación entre los dos ojos y sin estrabismo, los padres y pediatras pueden pensar que no existe ningún problema ya que el niño ve bien con los dos ojos abiertos (ve perfectamente con su ojo sano) y no tuerce los ojos. Esta es la razón por la que es tan importante llevar a tu hijo a un profesional de la salud ocular para que evalúe su visión entre los 3 y los 4 años.
Si es detectado a tiempo, el ojo vago (ambliopía) puede recuperarse sin secuelas.
Estrabismo
El estrabismo es una desviación en la alineación de los ejes visuales.
La falta de alineación de los ojos en los niños hace que su cerebro “apague” (supresión) la imagen del ojo desviado para evitar ver doble. Este apagón tiene como consecuencia la falta del desarrollo de la visión de ese ojo (ojo vago o ambliopía).
Aparte de ese déficit a nivel del ojo anulado, el hecho de no tener los ojos alineados hace que las neuronas encargadas de la visión en tres dimensiones o estereopsis no puedan desarrollarse adecuadamente y que no se desarrolle la visión binocular.
Miopía
Se trata de un error de refracción, que suele aparecer en torno a los 6 años de edad. La persona verá con claridad objetos cercanos, pero los lejanos los verá borrosos. Una alta miopía también puede desembocar en ambliopía (ojo vago).
Sostener los objetos muy de cerca (leer o ver la televisión desde muy cerca) y entrecerrar los ojos para enfocar a larga distancia puede ser un signo de que tu niño tenga miopía.
Astigmatismo
El astigmatismo es un error de refracción que, al contrario de la miopía, la persona verá borrosos los objetos tanto de cerca como de lejos. En el astigmatismo el ojo es más curvado en un meridiano que en otro por lo que la imagen que se forma está distorsionada, enfocándose en puntos diferentes por delante y/o por detrás de la retina.
Un astigmatismo elevado puede ser causa de ojo vago.
Hipermetropía
Se define como un defecto visual de refracción en el cual el foco de la imagen se forma a una distancia mayor de lo normal, es decir, por detrás de la retina. Está presente en la mayoría de niños al nacer y desaparece progresivamente con el tiempo. Sin embargo, una elevada hipermetropía puede desembocar en estrabismo o, incluso, en ojo vago.
En Fernández Casas Oftalmólogos queremos recomendar realizar una primera revisión oftalmológica alrededor de los 3 a 4 años, para así determinar si el paciente está experimentando un desarrollo visual adecuado.