Durante la primera visita al oftalmólogo, a menos que vosotros los padres indiquéis lo contrario, al niño se le realizará una exploración oftalmológica completa, que incluye dilatación y fondo de ojo y dura aproximadamente una hora y media. En primer lugar se realiza la consulta de optometría, donde expondréis cuál es el motivo de vuestra visita y os preguntarán acerca de los antecedentes familiares que presenten alteraciones visuales (ojo vago, defectos de graduación, estrabismo...), tratamientos que haya llevado el niño, etcétera.
Posteriormente, se valorará su visión con test acordes a su edad (dibujos, letras...) y se realizará una primera graduación, además de pruebas de visión binocular, algunas de ellas con gafas especiales. En la segunda fase, si el optometrista no indica lo contrario, se procede a la dilatación pupilar, aplicando al niño dos gotas, separadas en cinco minutos entre sí.
Se considera que el niño tiene la pupila dilatada entre 20 y 40 minutos después de la segunda gota. Es normal que por esto vuestro hijo se muestre algo irritable, ya que tendrá visión borrosa, sobre todo de cerca.
La dilatación durará 12 horas, por lo que será útil que permanezca en lugares oscuros o utilice gafas de sol. También puede ocurrir, en niños más pequeños, que se produzca cierto enrojecimiento de la cara, que será algo pasajero y que no requiere más tratamiento que una adecuada hidratación. Tras la dilatación se vuelve a comprobar la graduación, ya que los niños tienen una gran capacidad para acomodar (adaptar la visión al enfoque de cerca) y, si no paralizamos esa capacidad, la graduación final no será correcta.
En la consulta médica
El tercer paso es la consulta médica, donde el especialista realizará:- Una exploración de estrabismo, pidiendo al niño que mire a ciertos puntos.
- La exploración externa de los ojos.
- Un reconocimiento con lámpara de hendidura de la parte anterior del ojo: córnea, iris y cristalino.
- La exploración de fondo de ojo. Se realizará un examen completo del fondo de ojo mediante biomicroscopía y oftalmoscopía indirecta. Además, en los casos en los que se estime oportuno, se realizarán pruebas complementarias como la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT).
Por último, el oftalmólogo le explicará cuál es el diagnóstico de su hijo y si necesita algún tratamiento.
Consejos para que todo vaya mejor en la consulta del oftalmólogo
Los niños que saben lo que se les va a hacer son los que entran en la consulta más confiados y colaboran mejor. Por eso te recomendamos que sigas estos consejos:
- Explica a tu hijo que no se le va a realizar ninguna prueba dolorosa, que todas las exploraciones son con luces que a veces deslumbran, pero no duelen.
- Las gotas que se ponen producen un leve escozor en los ojos que se pasa en unos segundos. Es útil contarle que es similar a cuando entra un poco de agua del mar en los ojos, y que enseguida se le pasará.
- Si el niño ha tenido recientemente el ojo rojo con legañas, informa al personal de la clínica de la situación. De esta manera, se le podrá explorar de una forma más adecuada.
- Es normal que los bebés lloren cuando se les mira el fondo de ojo o se les realiza la exploración de graduación con luz. Lo más frecuente es que podamos explorarlos mientras lloran, aunque a veces es necesario sujetarles y abrirles suavemente los ojos para poder terminar la exploración, que en ningún caso será traumática.