Orzuelo y chalazión

El tratamiento para chalaziones pequeños es aplicación de calor local seco y masaje, para favorecer el drenaje de la glándula obstruida. En el caso de chalaziones grandes o cuando no responden al tratamiento conservador, puede ser necesario el drenaje y eliminación de los mismos en quirófano mediante una pequeña cirugía con anestesia local.

La inflamación crónica de las glándulas sebáceas de los párpados (blefaritis) predispone al desarrollo de los orzuelos y chalaziones. La blefaritis persistente predispone a chalaziones y orzuelos de repetición.

Hay algunos niños con predisposición a tener blefaritis por su tipo de piel. La blefaritis se agrava con el frotamiento de los ojos y puede mejorar y controlarse con una higiene y cuidado específico de los párpados. Sin embargo, hay niños que a pesar de llevar un cuidado extremo de su higiene de párpados, continúan teniendo orzuelos y chalaziones.

En estos casos existen tratamientos que su oftalmopediatra puede prescribir para prevenirlos. Entre ellos están los antibióticos, tópicos u orales, y la aplicación de nuevos tratamientos con luz pulsada en casos resistentes a las medidas anteriormente descritas.

La prevención consiste en una higiene de párpados diaria con champú de bebé diluido en agua templada (1 parte de champú por cada 9 de agua) y una gasa estéril. Existen toallitas comercializadas ya preparadas con la dilución del champú adecuada para los párpados, para mayor comodidad. Es recomendable aplicar calor local seco un par de minutos antes de realizar la limpieza con las toallitas o con el champú diluido.

Un tratamiento emergente como la luz pulsada intensa (IPL) está demostrando una alta eficacia en el control de la blefaritis y consecuentemente en la prevención de la aparición de nuevos orzuelos e incluso consiguiendo eliminar pequeños orzuelos o chalaziones ya existentes.

No es una afección que revista gravedad, pero en el caso de que la inflamación del párpado sea intensa o se acompañe de fiebre y/o mal estado general, debe ser manejado de forma urgente por su oftalmopediatra para descartar cuadros más graves como celulitis preseptal u orbitaria. También son signos de alarma, la disminución de la visión, el dolor ocular o la aparición de visión doble.